Vladimir Brontis: 6/15/25 - 6/22/25

Wednesday, June 18, 2025

Claroscuro, contraste y expresión de profundidad

“Tú no diferenciarías un claroscuro de tripas de pollo”
M. Gustave (Gran Hotel Budapest)

Autocad tiene un comando que es poner detrás y poner delante. Al poner detrás el achurado de un dibujo, un hatch, da la impresión de que se generara una transparencia, y las letras y líneas se ven mucho mejor. El acrílico aguado, en pintura, es así: deja ver lo que está detrás. Así también la témpera, o gouache, tampoco es completamente opaca, a pesar de que se la conoce por esa característica: si se aplica diluida, deja ver el color previo.
Y, volviendo a Autocad, la transparencia del achurado, de hecho, también se puede cambiar, y reflejar en planos impresos, en las opciones donde dice “trazar transparencia”.
Al pintar los tonos negros, en un croquis, lo que aparece más oscuro, se entiende mucho más que en el boceto esquemático, lineal. Lo oscurecido se hunde, apareciendo la volumetría. Arriba: croquis propio de la casa en el Lago Pirihueico (2003), del arquitecto Alejandro Aravena, con sombras en tinta china.
Peso y profundidad
El peso de un cuadro, los elementos que parecen cercanos, y los lejanos, está dado por los colores, y también por el grado de oscuridad o luz. Los colores cálidos: rojo, naranja, amarillo, tienen una longitud de onda más corta, que los hace más perceptibles al ojo humano, saltando a la vista. Así parecen cerca, en cambio los colores fríos (azul, verde, morado) dan la impresión de estar lejos.
Su empleo estratégico así puede favorecer percepciones que corrijan leves defectos. Por ejemplo, pintar muros oscuros, en un cuarto grande, puede hacer que parezca más pequeño, mientras que los claros pueden hacer que parezca más grande.
Claroscuro
El claroscuro en arte es la técnica que emplea fuertes contrastes de luz y sombra, generando un efecto dramático y tridimensional, siendo utilizada en varias disciplinas, como pintura, dibujo, fotografía y cine. Arriba, primera imagen: “San Sebastián atendido por Santa Irene”, pintura con marcado contraste (1649), de Georges de La Tour. Segunda imagen: “La negación de San Pedro”, cuadro del pintor Caravaggio, exponente de la técnica del chiaroscuro (1610).
El término “chiaroscuro”, en italiano, fue establecido en el siglo XV, cuando Cennino Cennini, uno de los primeros tratadistas de arte, describe la técnica de gradaciones de tonos para generar efecto de relieve. Esto, sin embargo, ya era conocido desde el siglo XIII, para optimizar el método medieval, que era más geométrico y simbólico.
El claroscuro alcanzaría madurez en el Barroco, en especial con Caravaggio (1571-1610), que daría lugar al estilo llamado tenebrismo.

El tenebrismo es una forma más intensa aún de claroscuro, con contrastes extremos, que producen un efecto dramático y misterioso. En el tenebrismo, la mayoría de la obra permanece oscura, con un foco que ilumina un sector. Esto, crea un efecto casi teatral, que resalta elementos clave y oculta el resto de los detalles.
Gerard van Honthorst (1592-1656), también conocido como Gerardo Della Notte, fue un pintor caravaggista, neerlandés, del siglo XVII, que se caracterizó por el uso intenso del contraste, a través del tenebrismo, que prácticamente semeja la luz de velas, o de una linterna actual, con personajes que quedan totalmente en penumbra. Arriba: "La negación de San Pedro", en su propia versión (1612-20).
Arriba y abajo: Casa de Alejandro Aravena en Lago Pirihueico, diferencia entre boceto lineal, y expresión de profundidad (dibujos propios).
Color de sombra: casa Pirihueico, Alejandro Aravena
En torno a la aplicación del claroscuro en arquitectura, resulta interesante la llamada casa Pirihueico (2003), proyecto de Alejandro Aravena, en la Provincia de Valdivia, XIV Región, sur de Chile. Se le encarga una casa de veraneo, emplazada en un terreno volcánico, con fuertes precipitaciones, nieve, y viento, desde norte y oriente, vistas hacia el lago (norte), y hacia el parque (sur). Abajo: plano de emplazamiento.
https://www.archdaily.cl/cl/02-7406/casa-lago-pirihueico-alejandro-aravena
El diseño parte con un techo a dos aguas, por las precipitaciones, que va modificándose de acuerdo al movimiento de las ventanas, buscando vistas y esquivando vientos, de modo que resultan altas pero delgadas, o anchas pero bajas. Abajo: contraste de geometría de plantas, en primer y segundo nivel.
Este mismo propósito, de enfoque y esquive, con vanos de marcos contrastantes, fundamenta la geometría del segundo piso, mientras el primero es una caja resistente, debido a los sismos, el terreno volcánico, y la seguridad. Las piedras de la fachada vienen de canteras cercanas, y la madera, del despeje de bosque para construir. La penumbra del proyecto restituye en parte la densidad, y lo agreste del entorno. Del camuflaje al contraste, justamente como sombra.

Valorización de elementos
Valorizar, dentro de esta temática, implica seleccionar elementos, según su importancia, características, u otro criterio. Según se decida, saltan, de una posición a otra. En la imagen inferior, he estado visualizando mis proyectos, con transparencias, colocando “atrás” y “delante”. Probando texturas, con horizontales claras, luego horizontales oscuras. Y constatando que funcionan distinto.
Pienso que a veces hay casos en que el transeúnte se da cuenta de la “arquitectura” por la valorización de un piso, o de un cielo. A veces es tal la relevancia del diseño, del color, o de la textura de estos, como en los teselados árabes, por ejemplo, que nos hacen pensar sobre el espacio en su entorno. Vemos pisos que adquieren peso, que son otra fachada.
Pisos y cielos claros, de esta forma, se perciben más amplios. Esto, porque reflejan luz, creando continuidad, mientras los tonos oscuros la absorben, pudiendo hacer ver un recinto más estrecho, o cerrado. Una percepción “envolvente”, contraria a estirar, o ampliar, por otro lado, también puede ser ventajosa, para otro tipo de requerimientos. En otros casos, así, se busca lo contrario, la cercanía. Abajo, un link que aborda el tema:
https://www.archdaily.cl/cl/935141/como-los-colores-cambian-la-percepcion-de-los-espacios-interiores
Recintos con cielos demasiado bajos, de todas formas, pueden llegar a producir efecto de encierro, claustrofobia. Considerar muros oscuros, con techos blancos, crea en cambio percepción de mayor altura que la real. En las imágenes (arriba), se pasa desde el boceto lineal, al protagonismo de elementos, percibiéndose distinto.
Del concepto, a los detalles propios de la construcción, desarrollo proyectos en curso. Visualizo en Rhino, desde Autocad. Pienso que la próxima vez tomaré el tema del vidrio y la Revolución Industrial, tal vez con el pretexto de abordar terminaciones metálicas.

Sombra y transición
En el posteo pasado, sobre el salpicado del Action Painting, procuré hacer una introducción a la tinta china, y me quedé con la idea de seguir, con esa especie de blanco y negro, donde se puede superponer color, sin que se diluya la base con el agua, a diferencia de la acuarela, y me ha pasado que me quedé con la idea de la expresión de texturas, sobre todo del cielo. Árboles, terreno indeterminado, nubosidad.
Pensé que, así como en arquitectura se controla la iluminación, en la expresión de nubes y cielo también se puede determinar la dirección de la luz, o cuan sombrío o iluminado es un día. Trataré de abordar la nubosidad así en forma más “consciente”. Arriba: croquis de un proyecto propio de casa, que plantea un lado limitante y otro permeable. Contra la luz, se encuentra el lado más hermético, en el que puede haber transiciones, de espesores y profundidad. He tratado de introducirme un poco también en la nubosidad, y que la dirección de la luz coincida con la arquitectura, tratando de dar una expresión de vaporización . Pensar un poco más, ir soltando la mano. En Photoshop hay pinceles para nubes, pero quería pasar de todas formas por el pincel físico, al que me he acostumbrado. Como herramientas, siempre Autocad, y un poco de SketchUp y Rhino. Y, desde luego, pinceles, acuarelas y acrílicos.
Expresionismo: del fuerte contraste a gradaciones
Arriba: Terminal de Aeropuerto TWA, Nueva York, 1962, proyecto expresionista de Eero Saarinen, ilustración propia.
Sin necesidad de representar nada, se aprecia que la obra ofrece por sí sola grises claros, grises más oscuros, y negro: los elementos y las lógicas de un entintado, en un cuerpo escultórico. A través de sus formas dinámicas ofrece impresionantes claroscuros, como no los tiene una forma rectangular. Como forma que se tuerce, se contorsiona, tiene líneas muy simples (boceto lineal, abajo), y a la vez complejos degradados de luz y sombra en sus curvaturas.
Conclusiones en torno al claroscuro y su expresión
La diferencia de pesos, en las tonalidades, es un tema abordado en ocasiones anteriores, en el presente blog, procurando ahora hacer énfasis en el contraste, en destacar. Es una oportunidad, también, de ver el recurso sobre el concepto, y explayar un poco. Se ha aprovechado de tomar el tema del dibujo técnico, asimismo, incorporando aspectos artísticos.
Me llama la atención, por ejemplo, de acuarelistas y pintores, cómo grafican las nubes, los árboles, y la tierra. Las montañas y sus quiebres, por ejemplo. Cómo se dibuja la nieve (de la cordillera), el sol en ésta. En las ilustraciones de uno es casi un “fondo”, porque todo el énfasis está en la arquitectura, todo es perspectiva, que es lo que uno aprendió. Así, como objetivo, me gustaría dar más peso a los entornos. Tal vez haga un artículo sobre expresión de contexto.
No me parece vago: cómo el sol se refleja, en las materialidades y superficies, parece objetivo, científico.