Pájaros archivados: de la plástica al sustento literario
¡A contraluz!
Este mes me ha tenido ocupado colaborando con una editorial cartonera: “Efímera”. Como primer libro resultó “Compostaje”, un manual para hacer compost casero, que incluye ilustraciones y pop-ups, bajo la temática medioambiental. Personalmente trabajé el prólogo, y el mecanismo del pop-up inicial. Ha sido entretenido porque está dentro de un sentido literario, y de considerar el libro como objeto, como soporte plástico. Lo hemos comenzado a presentar en ferias del libro.
No olvido asimismo la obra “A medio desplegar”, ya construida, que se apronta a ser colgada, y expuesta. El caligrama de trovicel está pronto a ver la luz, y viene como obra prioritaria para los próximos días. También he avanzado en una nueva obra para fin de año, de la que haré una primera aproximación en el próximo post.
Un móvil literario
La luz era lo que entendía el griego como lo que guía, lo que lleva a hacer las cosas. Las personas son portadoras de luz. Luego, ¿cuál es la luz de las personas en la modernidad? Un motivo social, religioso, familiar, económico, cultural, patriótico, político, etc, es lo que lleva a alguien a moverse. Lo que se valoriza como propósito.
En la poética aparece este motivo, al relatar el entorno, la realidad. Pero no cualquier relato. Es una narración con carácter. Y el carácter es el motivo de movimiento, la fuerza de creación. Ethos del movimiento.
Pajarístico, el sonido lírico primario, el no lenguaje
Ocupo en el título la expresión “Pájaros archivados”, porque es una plástica que me atrae: la de Juan Luis Martínez. Más que artista plástico es poeta, pero “visualizar”, “corporeizar”, es parte importante en su obra.
Este cuerpo a la vez está impregnado de un hálito, de una fuerte emoción, que sus críticos han llamado “estremecimiento”. Este estremecer es su sustento.
No podríamos luego ser tan exigentes con la corporeización: es un jirón de ese hálito.
El poeta busca así lo primario, lo recién nacido, el lenguaje transparente y sin palabras, citado en su poesía.
¿Qué sustenta a la poética? Recuerdo la Escuela de Arquitectura donde estudié, y pienso el construir de Heidegger, que lleva a la cadena de construir, habitar, pensar. Instancias enlazadas. Concebir luego el acto como intrínsecamente humano, como formalidad en potencia para ser albergada por la construcción, en una cadena, de la espontaneidad al envolvente. Y esta concatenación llevando a desembocar en un estructuralismo.
Asimismo, con el paso del tiempo, me ha interesado el construir de Thoreau, que lleva a cierto sentido de desnudez respecto de lo natural. Embeberse del entorno.
En la plena naturalidad, donde la obra no debiera temer, como una especie de “Maga”, convencida de mi autarquía.
La cabaña le basta y el resto es contemplación, es su filosofía.
Al final solo importaba sobrevivir, y en eso iba a basar la poética
… “pájaros archivados”…
Corporeización y lírica
Al procurar corporeizar creación poética creo que se es feliz si se rasga algo, viendo más allá. Si algo se ve detrás de las cortinas, se es feliz en lo que se vislumbra, y no se agota. Los temas no se agotan: fluyen como un manantial. Creo ver en José Angel Cuevas que la felicidad de su socialismo consistía en soñar con eso.
En este sentido me provoco yo mismo. Y yo mismo me empujo.
Cierta fluidez en el lenguaje me ha acompañado desde el tiempo del colegio, y regularmente estoy seguro, segurísimo de lo que expongo.
Hasta que esa tarde lo vi tan débil, y no sabía que era yo. Lo cubría con una manta, tiritaba.
Para impulsar esta línea de trabajo tal vez podría generarse una especie de declaración de principios, de manifiesto, o de “Los poetas bajaron del Olimpo”, en estilo propio.
Llegar finalmente a una plástica narrativa, que es como contar un cuento. Un cuento físico.
Entre referentes, me atraen obras que presentan lo liviano, como las instalaciones de papel de Richard Sweeney, la sensación de viento congelado, en suspensión.
La complejidad del trazo regulador en la escultura, la iteración geométrica
Vi hace poco una obra con aspecto de plegado paramétrico, pero al hacer un acercamiento los detalles no me gustaron. Como la vi en redes sociales abrí los comentarios de la gente, y tampoco eran buenos. Veo así una cierta decadencia actual de la forma por la forma, sobre todo al perder el componente social, que trae la intensidad de las ideas. Las obras son formas aplicadas en terreno, pero sin la fuerza de ideas inherentes.
Tal vez nos hace falta contagiarnos con cierta fiebre, que viene de aquello.
Comunico así mi alegría final. Ver el halo de poética, como una eólica, la ilación que sostiene la forma.
Y no quedarse en aquello: lo vamos a construir.