Vladimir Brontis: 9/14/14 - 9/21/14

Wednesday, September 17, 2014

Tipografía y plástica: simbolismo en arquitectura

La letra es un símbolo y su forma una convención. La palabra “paisaje” no se asemeja en nada a lo que representa, pero nombrarla trae una vívida imagen. Convenciones, fuertes conceptos. Si la convención no se conoce, la representación no se asocia, y solo queda la forma: un dibujo, un sobre relieve. Pasa con los idiomas desconocidos.


Biblioteca Agave, Will Bruder Architects.
http://www.archdaily.com/137536/agave-library-will-bruderpartners/

La Biblioteca Agave muestra una gran fachada falsa y un acceso plegado, destacándose un cartel con letras gigantes, formado por líneas verticales. Dejando espacios estrechos, y con película reflectante para las letras que deletrean “Agave”, el arquitecto incorpora la escala mayor (56 metros en su punto más alto), jugando con sombra y luz durante el día, y capturas de luces en la noche. La tipografía tiene un rol protagónico.


En la misma línea, el proyecto de fábrica y oficinas de la empresa “Offecct“ (Tibro, Sweden, 2005), de Claesson Kovisto Rune, destaca la tipografía como distintivo, como signo convenido. El logo de la marca en la fachada se resuelve con 16.647 piezas de plástico blanco, remachadas en la chapa de acero perforado.

El calado: luz y forma
La idea de calar, a tal punto de generar una piel más etérea que el fondo, está presente en varios proyectos de arquitectura, transformando prácticamente el primer plano en un trazo, o cernidero, para la luz.


Revestimiento del edificio Sfera, metáfora de copas de árboles. Arquitectura: Claesson Kovisto Rune.

http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-53677/edificio-sfera-claesson-koivisto-rune
http://blog.bellostes.com/?p=335


Ideas similares se ven aplicadas en arte, donde las letras unidas pueden generar un etéreo tamiz. El concepto es horadar el plano, desplazarlo, proyectarlo.
http://www.magdalenagurmendez.com/


En torno a horadar, y proyectar, la fachada de “C4: Contemporary Art Center” (Córdoba, España, 2013), de “Nieto Sobejano Arquitectos”, se conforma de paneles tipo GRC, de hormigón armado con fibra de vidrio. Presenta tanto horadación como sobre relieve, con una generación geométrica, de hexágonos irregulares, variables en tamaño y profundidad.


El patrón generador puede convertirse así en un tamiz, un intermedio velado, en la permeabilidad de su plano. Un cernidero, con una marca significante. Puede terminar siendo una línea, un varillaje semitransparente.

El relieve: plano superpuesto
El tratamiento de relieve y sobre relieve siempre ha acompañado a la arquitectura. Planos que adquieren sombra y profundidad, aproximándose a lo escultórico. Muros que cobran volumetría.


Relieve mesopotámico (imagen superior)


Palmetas en Ara Pacis (arriba)


Relieve de Vladimir Tatlin, en el periodo del constructivismo (arriba). Resaltan volumetrías complejas sobre la vertical única que implica un muro.


Golpe en seco: molduras en papel y rugosidades sutiles
El golpe en seco, para las imprentas, es marcar un papel solo por el relieve, sin pintura. Produce así interesantes sutilezas, capturadas y camufladas en blanco, pero perceptibles. Técnicamente es un acabado que imprime en relieve tipografía y dibujos. Un molde hembra, llamado cliché, presiona el papel contra otro cliché macho. Así, sin tinta ni barniz, sólo por presión, queda marcado el papel en relieve (huella alto o bajorrelieve, según la confección de los clichés).

http://www.omanimpresores.com/acabados/acabados-especiales/golpe-en-seco/
https://www.youtube.com/watch?v=TGSxOmMQSg0
http://blog.eltarrodeideas.com/haz-tus-propios-sellos-en-relieve/

Letras corpóreas y arquitectura: aplicaciones
El constructivismo en su ideología enfatizó un discurso. La convención del lenguaje cobró fuerza, y la palabra apareció en carteles y pinturas. El mensaje perentorio, e imperioso, surge incluso en la plástica, habla a través de ésta: “Nosotros”, “Nuestro”, “Haremos”.
Hoy es la publicidad la que llena la ciudad de letras, sin discurso pero de forma determinante. Actualmente llega a nosotros de forma más hedonista, llega a los sentidos, por sensaciones más que conceptos.
Las fachadas que diseña el arquitecto, por otra parte, muchas veces no quedan así, sino que posteriormente se añade el logo o palabra de la corporación, de tamaño no despreciable. Vale decir, una vez que el arquitecto se desliga existe otro requerimiento plástico. ¿Qué pasa si a esta necesidad comercial se le añade un sentido poético, creativo?
La Escuela de Arquitectura de la UCV, a través de Amereida, allá por los 60, trabajaba con las palabras, en plantas y fachadas.


Subyace así el tema de la letra como parte del diseño, no abandonada al azar. La palabra como significante recordado. Un analfabeto no asociaría la palabra, pero entendería la suavidad de la curva de la “C”, y los ángulos de la “V”. Uno mismo a veces es un poco analfabeto con las cosas importantes, y andamos por la naturaleza como a tientas. Si habitáramos una palabra china, o sánscrita, la conoceríamos de otra forma, aún sin entender su significado. Entenderíamos su habitabilidad, tendríamos otra lectura. Ofreceríamos una lectura generosa a las personas.
Se acogería al indigente con un resguardo, siendo que a veces el discurso no abriga. ¿La letra que nos fustiga no podría servir para otra cosa? Las cajas en que se abrigan ellos a veces son publicidad, publicidad ausente, ¿qué pasa si hablan?


http://www.uqui.net/es/blog/design-and-design-design-day


Exploraríamos así la sinuosidad de la S, sin saber cómo se pronuncia, y la asociaríamos a olas del mar, o a las copas que se mueven en la tarde, de uno a otro lado.

“Los pájaros cantan en pajarístico,
pero los escuchamos en español.
(El español es una lengua opaca,
con un gran número de palabras fantasmas;
el pajarístico es una lengua transparente y sin palabras)”
Juan Luis Martínez


La tipografía y la plástica
Con la imprenta la letra se regulariza, mecaniza y disciplina, para no seguir siendo considerada caligrafía. La letra de imprenta debe de ser así una forma grabada, no una forma escrita. El signo se mecaniza.
Pienso una nueva instalación: un caligrama, con el propósito de abordar la tipografía asociada a la plástica. Lo presentaré en el próximo posteo.


En términos formales, veo planos horadados: eliminar lo que en tipografía se conoce como blanco interno, y solo tener dos continuos, el lleno y el vacío.
Después de “Rayuela” (dedicado a Julio Cortázar), mi próximo poema así podría llamarse “Quiero escribirte”, y estaría escrito en el espacio, con dedicatoria a Vicente Huidobro.