Vladimir Brontis: 12/26/21 - 1/2/22

Wednesday, December 29, 2021

Lectura de cada escala y proyecto mayor

Arriba: Centro de Exposiciones del Centro Administrativo de Bahía, Brasil, 1974, Joao Filgueiras Lima. Abajo: Taller de arquitectura y vivienda, Agustín Hernández Navarro, Ciudad de México, 1975. Acuarelas propias.

Me ha llamado la atención que estos días ha cobrado interés el brutalismo, como movimiento arquitectónico, en artículos y opiniones que he leído. Es un tema de discusión, así que trataré de dedicar una pequeña reflexión dentro el artículo, además de estudiarlos a través de ilustraciones.
Por otra parte, he seguido pensando en torno al traspaso a la arquitectura de mis prototipos. Del prototipo poético-escultórico al prototipo arquitectónico, y al proyecto arquitectónico. Es la línea que he procurado seguir estas semanas, buscando una generación, pasando a través de estos tres estados. Así dar lugar a distintos tipos de vivienda en el conjunto habitacional que he presentado, y me preocupo de completar desde el partido al detalle. Luego, procurar verlo a través de distintas escalas, y su radio de definición.
Las escalas son distintos lentes, o lupas, y su cambio no es obvio. Reducir una planta 1:50 sin elaboración, por ejemplo, podría dar lugar a una recargada planta 1:100, y ampliarla sin mayores ajustes podría producir una planta 1:20 pobre, casi vacía. Y un buen detalle puede pertenecer a un proyecto deficiente, y viceversa. Cada planta tiene su propio mundo, y nivel de trabajo. Tiene elementos, que se destacan, enfatiza distintos temas.
El tercer prototipo
En la imagen superior, busco inspirarme en la idea de “las tres estrofas”, instalación que realicé hace algunos años, para diferenciar tipos de vivienda. En esta ocasión, me concentro en el tercer prototipo: “El próximo poema / No estará en papel”. Así busco responder con arquitectura a la expresión de ese prototipo escultórico, que presentara junto con “Efímera Cartonera” en 2015, en el barrio Concha y Toro, en esa oportunidad en madera MDF. Serían finalmente tres, al generarse la idea de las tres estrofas.
Arriba: Estudios de Prototipo N°3, para Conjunto Nueva Equidad, confrontado al que se genera de la primera “estrofa”, presentado en posteos anteriores.

En el artículo anterior pensaba en la idea de trazar “a grandes rasgos”, solo lo elemental, con la imagen principal de algo basto. Una mancha dirigida con intención, un trazo generador. Dos líneas que se desarrollan, como origen de proyecto. En la cita de Le Corbusier, ocupa la palabra “fundamental”. Fundamentos, razones para un proyecto mayor.
Arriba: foto de las “tres estrofas” como maqueta.
Detalles y escalas
Pensé luego en el nivel de detalle al que llega cada escala. La escala mayor exige cierto gesto, un esfuerzo en el partido. Las partes, particularidades, son para una escala propia. Entonces, cada escala tiene un juicio, parámetros para estar en lo correcto.
Volviendo a la idea del post anterior, a veces lo grande puede perderse en indeterminación. Y un proyecto acotado puede ser más significativo, asir más. Un desierto es muy extenso, pero no referido en límites. Así no sirve de mucho algo grande que es árido. A veces la arquitectura comunica algo grande que solo está superpuesto, y tiene más razón la intervención menor, con fundamento. Con un principio nuevo, poético. Innovador.

A un urbanista por lo general no se le pide un detalle de losa, a no ser que sea una solución-tipo, para un conjunto. Se le pide una propuesta a escala de ciudad. A veces se detalla mucho, y se puede estar en un error, siendo necesario el trazo basto, pero correcto. La decisión, la virtud de tomar un partido, y sobre todo la virtud de resistencia al ir avanzando en éste.
Una persona, por otra parte, puede dominar a la perfección su área, pero necesariamente aborda otros campos en la generalidad. Tiene un radio, de cosas conocidas, en torno suyo. Un área de conocimiento.
La gente así siempre empieza a ponerse vaga en determinado momento. Faltan piezas, nos necesitamos los unos a los otros. No lo dominamos todo.

Habitabilidad de los prototipos poéticos
Uno podría pensar en la viabilidad de un “Taller de Geometrías en zonas periféricas”, pensando que tal vez falta aquello. Innovar en zonas precarias, o en deterioro. Arriba: imágenes de proyecto propio, procurando verlo por dentro, e incorporar aquello en mi imaginería de dibujos, y pinturas. Dibujo primero la estrofa N°3, luego aplico arquitectura.

Sobre la virtud de resistir en un proyecto
La gente a veces protesta contra otros.
A veces las cosas no siguen porque sencillamente se acaba la fuerza propia. No por una enorme campaña en contra. La fuerza de Le Corbusier, por ejemplo, nunca se acabó, y hasta su muerte accidental, mientras nadaba, estuvo plenamente vigente.
La luz del griego antiguo, la luz que lo anima: eso debiera seguir en la gente.
Hay que seguir la fuerza natural. La voluntad del mar. La voluntad de la lluvia. La voluntad natural.

¿El proyecto mayor de un arquitecto es el urbanismo? ¿O una visión de ciudad, país, sociedad?. La voluntad de toda persona, de todas formas, debiera ser la asociatividad, la sociabilidad con otros. Crear algo con otros, para un bienestar común, no para sí mismo.
Las vivencias están entrelazadas, luego los proyectos también van entrelazados a otros. En este caso un conjunto, pero está adentro de otro proyecto mayor: la ciudad. Entonces hay una lectura a cada escala.
Arriba: estudios de estrofa, y aplicación de arquitectura.

Poética de la estructura: errores, aciertos, erguir la vertical
En arquitectura la estructura dice lo que está bien. Podemos volar, explorar, divagar, en múltiples direcciones, pero la arquitectura es levantar, incorporar la vertical, a la altura del ser humano, para incorporar sus movimientos, sus actos. Se puede basar en el programa, como generación de proyecto, pero el programa debe “levantarse”, erguirse sobre el terreno. Pensé luego que si bien en arquitectura hay decisiones que podrían ser “aberrantes”, o equivocadas, sobre todo en lugares urbanos de interés, como cascos históricos, en un terreno nuevo, en cambio, en un sitio virgen, es difícil errar, a no ser que se construya mal. Ahí está lo correcto o equivocado en estos casos: la capacidad de proponer algo contundente.

Al fundar algo en una periferia, pienso que el error es no construir bien, o construir algo sin determinación, informe. Si se le da importancia a una estructura, en forma consistente, en el peor de los casos va a ser un esqueleto feo. Una generación a la que adaptarse, como lo tiene que hacer una persona sin techo, para quien la mayor parte de la arquitectura “oficial” es ajena. Pero un recinto con cuatro esquinas bien hechas, es posiblemente un aporte. Acoger en la estructura es lo ético: las personas sin hogar requieren estructuras “de cubierta”, “de respaldo”. Es lo inmediato, necesario. Lo importante es construir, aportar. Por último, va a ser como una montaña basta, pero que se sustenta.

Hormigón e ideología: el brutalismo
Estos días he estado pensando en el brutalismo, a propósito de varias lecturas. Pienso en la vigencia de sus aportes, y su falsa expiración. O el equívoco diagnóstico de “fallido”. Sería equivocado seguirlo sin objeciones, en 2022, es cierto, pero es una inspiración. No parece obsoleto, si bien un arquitecto contemporáneo no se declararía “brutalista”, en un periodo actual donde la expresión de fuerza, y hacer gala de su posesión, podría ser amenaza de fascismo, y donde a mi juicio la arquitectura se ha alejado de la clase popular, y ciertamente las ostentaciones parecen intimidantes, fuera de lugar. El brutalismo es un referente, que parece válido referido a su ética, y la carencia de ello es lo que la ha hecho cobrar actualidad.
Las posibilidades del hormigón, a partir del siglo XIX, industrializado en el siglo XX, abren espacio a nuevas formas, antes solo teóricas. Ángulos, voladizos, que comienzan a concebirse a principios de siglo, llegan a su apogeo en los años sesenta y setenta, aportando vitalidad, nuevas fisonomías. En cuanto a nuevas tecnologías, así como el siglo XX trae el hormigón, el presente siglo ha traído también la incorporación de nuevos materiales (titanio, grafeno), resistentes y más livianos.

El brutalismo, como parte del movimiento moderno, tiene algo del gran rasgo, de la aplicación innovadora de lo basto. Con exponentes como Le Corbusier, Eero Saarinen, Peter Smithson, y Alison Smithson, procura una honestidad de la forma. Con el carácter inherente de estar ligado a temas éticos y sociales, se le relaciona al socialismo. Igor Vasilevsky, Victor Djorbenadze, y otros arquitectos, lo impulsan en la Unión Soviética. De hecho, a Pier Luigi Nervi, italiano, del periodo fascista (Estadio Giovanni Berta, 1929-33), no se le suele incluir, volviéndose no aplicable a las reglas. Se ve en Nervi, de todas formas, una abstracción en la geometría que va más allá del clasicismo. Estructuras repetitivas, simétricas. Hacer un resalte en cada módulo, ¿es arquitectura? Parecen nervaduras de un organismo, necesarias.
Es posible pensar una fundamentación estructural no basada en el fascismo, en medio de una teoría actual bastante corrida a la derecha, así si el brutalismo tuvo un origen más izquierdista pienso que no estamos equivocados. Buscar un pensamiento más social. Enfocarse en los arquitectos revolucionarios, que vuelven a formas primarias. El brutalismo, por su parte, también tiene exponentes en Latinoamérica. A continuación, un repaso de algunos ejemplos, en América y en el mundo:
Centro de Exposiciones del Centro Administrativo de Bahía, Brasil, 1974, por Joao Filgueiras Lima. Completamente en hormigón, con un anfiteatro para 50 personas, consta de dos torres que sostienen toda la carga, siendo una interesante expresión de esfuerzos.
https://publicdelivery.org/lele-centro-admnistrativo-da-bahia/
Taller de arquitectura y vivienda, de Agustín Hernández Navarro, Ciudad de México, 1975. Volúmenes interconectados se encajan a un elemento central, desde donde se accede al estudio, generándose una innovadora geometría.
https://arquitecturayempresa.es/noticia/geometria-y-gravedad-la-casa-taller-de-agustin-hernandez
Facultad de Arquitectura, Instituto Politécnico de Minsk, V. Anikin, I. Yesman, Bielorrusia, 1983.
Geisel Library, edificio en California, de 1970. Arquitecto: William L. Pereira & Asociados
Memorial de la Segunda Guerra Mundial, monumento en Szombathely, Hungría, de J. Heckenast, 1970

Conclusiones en torno al brutalismo
En la arquitectura brutalista la carga se sostiene con menos soportes, los pisos levitan, no doblegados por la gravedad. Recintos abiertos, terrazas: muchas posibilidades. En la tecnología del hormigón se ve una oportunidad, pero su sustento a largo plazo es ético. Es expresión de una idea.
Con el aprendizaje del tiempo, por otra parte, actualmente la arquitectura tiene más sutileza, armonizándose el hormigón con madera, o cristal, y utilizándose colores, generalmente tonos claros, que incorporen luz. En contraste con la dureza es posible aplicar madera, textiles y colores equilibrados, de serenidad. Este movimiento, con su nombre polémico, podría revitalizarse, ser humanizado con recursos contemporáneos.

La frescura de la UCV: geometría, esfuerzos y expresión de ideas a escala humana
De las conclusiones anteriores vuelvo a la arquitectura basada en una poética. Por otra parte, al interés de proponer. De erguirse, de hacer nacer en lo inexistente. Una masa teórica requiere conocimientos de restauración y conservación, contextualismo, está bien, pero ante lo precario se busca énfasis en el partido. No necesariamente conservando arquitectura patrimonial, que está bien, sino poner los esfuerzos donde se requieren : levantar. Que los jóvenes estén donde se requieren.
Imagino una enseñanza de la arquitectura adaptada a sus fuerzas y posibilidades. La frescura de la UCV, donde estas formas innovadoras son más humanas y al alcance de la antropometría. Y basada en la palabra, en la poesía.
Pienso que se estresa demasiado a los alumnos y, claro, tal vez falta educación en la construcción de algo más social. Proponer en lo nuevo. Eso falta.
Los tres cuadros
Estoy terminando “Los tres cuadros”, una serie sobre lienzo basada en el conjunto que desarrollo, en formato más grande, tal vez los fotografiaré en el próximo post. Y también espero mostrar avance en algo que me ha interesado: la asociatividad de estos tres prototipos. Todo esto, a propósito de la idea de generar una fisonomía característica para el conjunto.
Arriba: acuarela propia de estudio sobre propuesta (prototipo N°3). “El próximo poema / No estará en papel”.