Expresiones miméticas
En arquitectura, al plantearse frente a un contexto, puede aparecer mímesis o contraste. Es común buscar fundirse con lo existente: tomar aspectos como tamaño, color, forma. Este primer partido, el mimetismo, es el más natural, la imitación. Al abordarse la estética, en Platón, aparece el tema de si mímesis significa imitación o representación. Así es de suma importancia el comprender que la “imitación” en poética (creatividad) no es un “préstamo” o “copia” de elementos de la naturaleza sino una interpretación de ésta, implicando aspectos valóricos, inherentes de quien interpreta.
Mimetismo en arquitectura
Casa Lago Pirihueico, Alejandro Aravena (2003)
http://simbiosisgroup.net/1456/casa-lago-pirihueico-alejandro-aravena-chile
En este proyecto, de Alejandro Aravena, el cliente solicita al arquitecto una casa “color sombra”, vale decir se tiene desde el principio una fuerte imagen de adecuación al lugar.
Un terreno volcánico, 4000 mm de precipitaciones anuales, fuerte radiación UV, vientos desde el norte y el oriente. En este contexto, es interesante cómo la firma describe el proyecto: “Las piedras salieron de canteras cercanas, y las maderas, del despeje de bosque que hubo que hacer para construir. La oscuridad del objeto será la manera de restituir parte de la densidad y virginidad original del lugar”. Se desprenden así conceptos de adecuación, mimetismo, contextualismo. Prácticamente una fusión.
Contraste
Otros proyectos, en cambio, acentúan fuertemente la singularidad, la diferencia: una forma saliente, un color que destaca, un tamaño distinto. El modernismo, predominante en el siglo XX, es fuertemente contrastante con los contextos, al buscar lo minimalista y geométrico.
Casa roja. Jarmund/Vigsnaes Arquitectos (2002)
http://www.plataformaarquitectura.cl/cl/02-80704/casa-roja-jva
La Casa Roja, de Jarmund/Visgnaes Arquitectos, se encuentra ubicada en las afueras de Oslo, Noruega, y cuenta con 175m2. El terreno es un antiguo jardín boscoso a orillas de un río, y el nuevo edificio se emplaza en forma perpendicular a este río, para dramatizar su diseño y no tapar la visión a la casa ubicada atrás.
El uso de color rojo, sobre la fachada de madera, contrasta fuertemente con el entorno de nieve, conforme a la solicitud del cliente. El mimetismo, que puede existir en la adaptación a las cotas, las vistas, y el recorrido, se interrumpe en forma abrupta con el contraste de color.
Fachadas tipográficas: el acento
Continúo desde las semanas pasadas con el desarrollo del proyecto de poesía plástica: desde un comienzo nace con “fachadas tipográficas”, que semejan balcones y logias y, en una asociación natural, erosión.
Me concentro en el segundo verso. La continuación de mi poesía: el anterior verso se hundía, éste casi desaparece… en vez de horadar se funde con los volúmenes.
“A veces oculto como sueño invernal…”
De la lectura de Umberto Eco, “Cómo se hace una tesis”, y otras, acerca de la interpretación, busco incorporarme en el tema de “qué es lo que se dice y qué es lo que quiere decir”. El lenguaje humano está marcado por la interpretación: acentúa algo y se transformará en el centro del discurso, incluso en forma involuntaria. Atenúa y pasará a segundo plano.
Al hacer que una poesía sea plástica, tridimensional, podría ser interesante acentuar características de ésta, como se hace en un texto: cuando Cortázar parece divagar, o cuando en cambio es revelador, por ejemplo. Parece estar midiendo: atenuar o recalcar. Esta forma peculiar así va a ser una poesía, y a la gente le va a llegar solo una pieza, va a llegar solo por una palabra, que le llamó la atención, y entonces qué… eso es lo que me pregunto. “Como sueño qué” (en este caso), y en teoría se debiera quedar intrigado.
Los primeros y segundos planos, de los que la gente habla en forma conceptual, en estos casos serían literales.
“Como sueño”... en teoría debía ser para penetrar en una poesía misteriosa
Como sueño / Stencilia A
“A veces oculto como sueño invernal…” correspondería a un segundo verso, y se procuraría teñir este plano con esa evocación. No sé si podría tener más “marcas físicas”, pero la idea desde el principio es que la poesía “se mueva”, y pasar pronto a la mayor escala.
Cuando era niño mi madre tenía un disco de Serrat que se llamaba “Miguel Hernández”. Me llamaba la atención que era negro, y las letras solo podían leerse al trasluz. Eso siempre lo recuerdo: una gráfica críptica, y fotos en blanco y negro.
Materialidad
“Mientras el verano se hunde en los árboles / A veces oculto como sueño invernal…”
En el próximo artículo me ocuparé del verso siguiente, ojalá marcado por otro concepto de movimiento, interesado de que el cuerpo en total sea un muestrario de posibilidades, con algo del estado mental de la poesía. Procuraré pensar en una materialidad, tamaño, y estructura, e incluso una idea de posible lugar, de modo que ya sea un proyecto plástico. Estaré en aquello, junto a otras propuestas.
(en teoría debía ser para penetrar en una poesía misteriosa)