Pinturas y colores
De la universidad, recuerdo el comentario de un profesor, Andrés Cox, sobre la relación entre pintura y arquitectura. El tema que se exponía era acerca de Le Corbusier, y el profesor decía que un trabajo de pintura no necesariamente es llenar de colores una construcción: puede ser tan simple como incorporar una pletina, o un reborde rojo en un edificio blanco. (“La mesa de la cena”, Henri Matisse, arriba, “La casa roja”, Jarmund/Vigsnaes Arquitectos, abajo)
Le Corbusier, en el mundo de la arquitectura, marca un capítulo por si solo. Algunos dicen que más que pintura hace grafismo, y que su obra notable es la arquitectura, pero llama la atención el tiempo que dedica a la pintura. Durante gran parte de su vida, pinta en la mañana, y hace arquitectura por la tarde.
Oleos, esculturas, dibujos, grabados, litografías, maquetas, muestran múltiples facetas de su obra. En pintura, Le Corbusier pasa por dos etapas. La primera, en los años veinte, corresponde a lo que él llamaba “purismo”, derivación del cubismo, o un cubismo intelectualizado, pensando que el estilo cubista se había dejado llevar por una cierta metafísica. De esta forma, el manifiesto con el que comienza su etapa pictórica lo llama “Après le cubisme”. A partir de los años treinta, su pintura se aleja de lo geométrico, acercándose a formas orgánicas, siguiendo en cierto modo una transición paralela a Picasso.
En torno al grafismo, me llama la atención su uso de la línea, herramienta frecuente en arquitectura, para marcar un gesto, mientras otros pintores van más al volumen, al color, y la forma casi se desdibuja en lo cromático. Le Corbusier más bien define contornos, mide, en sus cuadros.
El acrílico, el óleo, el esmalte.
Cada tipo de pintura tiene sus texturas, y recursos. En la naturaleza, ya existe el color en forma espontánea. Los pigmentos por su parte tienen origen en el medio mineral, y vegetal, mezclándose con aglutinantes (agua o aceite). Acrílicos, óleos, esmaltes, así son tipos de pinturas con características propias.
Pintura y cotidianeidad
Acerca de este tema y la relación de la arquitectura con otras disciplinas, y su influencia en la cotidianeidad, y la vida social, pienso que la arquitectura sobretodo es un habitáculo. La forma siempre tiende al rectángulo, a lo obtuso, a lo contenedor, es inclusiva. Luego, el resultado, necesariamente es más sobrio, en cuanto a uso de recursos: formas, colores, materiales. Así necesariamente es más bien una marca, o un gesto mayor, el que va a destacar esta relación.
Al marcar más la forma de vida, y estar más presente cotidianamente, la influencia de la arquitectura, digamos, es más modesta. La arquitectura, como otras manifestaciones, es un reflejo de cómo quiere vivir la persona, de las ideas que tiene. Pero así como uno se impregna de lo arrebatador de una pintura, la arquitectura en cambio tiene que vivirse diariamente.
Roberto Matta y la arquitectura
En el mismo curso, sobre Le Corbusier, se habló sobre Roberto Matta, y el hecho de ser arquitecto y pintor. ¿Por qué no incorpora o plasma en arquitectura parte de lo que pinta?, es la pregunta que surgió, viendo los mundos que sugiere el plano, que de alguna forma descansan en abstracciones.
Los muros como soporte, el muralismo
Uno podría pensar en la pintura como un trozo de muro o vertical con una serie de acontecimientos. Pero estos acontecimientos no son plásticos, están pintados.
La incorporación más lineal a la arquitectura es el muralismo. ¿Y si viviéramos en un muralismo? ¿No habría más riqueza en el habitar?
Los muros de las casas, digamos, no están pintados con acontecimientos. Son monocromos, mono-formales, mono-texturados.
Las texturas en una construcción son un recurso bastante utilizado actualmente. A veces cielos y muros tienen rugosidad, a través de pinturas texturadas, usándose comúnmente revestimientos a base de resina acrílica, y granos de cuarzo, pudiéndose aplicar en color blanco, y después pintarse con látex, o aplicarse directo con color, existiendo variados tonos.
Assler: textura y cromática
Un escultor que trabaja muy bien las texturas, en el hormigón, es Federico Assler: la rugosidad cobra sentido, se diversifica, sale del plano y se transforma en espesor, a la vez que el hormigón se pigmenta.
Pensar la vertical como un lienzo, que incluso pudiera recibir texturas, puede enriquecer los recursos de los arquitectos contemporáneos. Es como si se complejizaran las grillas, incluyéndose nuevas dimensiones, haciendo fuelle, plegándose, amortiguándose, en medio de los movimientos.
Plasmar. La idea detrás de la pintura.
Plasmar es una palabra similar a representar, que trae sin embargo la imagen de una masa, de una materia consistente. Es interesante: incorpora lo matérico, y a la vez habla del sentido de la expresión, de decir algo, representar.
Los colores, por su parte, tienen que ver más con la impresión. Se dice así que los colores no existen, más bien son representaciones en la mente de las personas, cualquier color, son reflejos que transmite la luz. Vale decir, provocan un efecto, que puede servir de recurso de comunicación.
Se obtienen así principalmente por factores como la luz (tipo, intensidad, ángulo, etc) , el sentido de la vista (distinto según localidad, y según edad de la persona), y las características de opacidad, transparencia y posición de los objetos.
El pigmento para pintura, como soporte material, es un polvo que absorbe ciertas longitudes de onda de la luz, produciendo un efecto de color. Como materia, es obtenido de minerales o sustancias orgánicas, mezcladas con aglutinantes. Los pigmentos blancos más corrientes, por ejemplo, son óxidos inorgánicos, como dióxido de titanio (TiO2), óxido de antimonio (Sb2O3) y óxido de zinc (ZnO). Se usan también otros compuestos inorgánicos blancos e insolubles, como sulfuro de zinc (ZnS), albayalde (hidroxicarbonato, hidroxisulfato, hidroxifosfito o hidroxisilicato de plomo), y sulfato de bario (BaSO4). En cuanto a color, pigmentos frecuentes pueden ser el óxido de hierro (III), Fe2O3 (amarillo, rojo o color tierra), el óxido de cromo (III), Cr2O3 (verde), y el óxido de plomo (IV), Pb3O4 (rojo). Los cromatos de plomo, zinc, estroncio y níquel producen gamas de amarillo y naranja.
Ademas de los pigmentos, están los colorantes, obteniéndose la mayoría por síntesis orgánica, como la composición química del colorante Amarillo 2G. Un colorante es una sustancia capaz de teñir fibras vegetales y animales. Los colorantes se han usado desde antiguo, empleándose diversas materias procedentes de vegetales (cúrcuma, índigo natural, etc.) y de distintos minerales. La mayoria de las pinturas son suspensiones, pero tambien hay dispersiones, y algunas son emulsiones dentro de suspensiones, o suspensiones dentro de emulsiones.
Pinto mi prototipo, pero quiero darle un sentido, una historia.
Es posible pensar así en la intrínseca relación de la naturaleza con las pinturas, que nos rodee lo que nos suele rodear, lo cotidiano, que la relación sea espontánea. La naturaleza "ya está pintada" para nosotros. Así como el pigmento es un mineral, es como si parte de la geografía viniera con nosotros. No es luego un asunto indiferente.
Un acontecimiento, en el lenguaje que usaba anteriormente, puede ser incorporar otro movimiento en el plano. Sigo los pliegues, pero luego me parece que ésto no basta, y opongo líneas. El resultado preliminar es el mostrado en imágenes.
Me atrae incorporar texturas y colores, sobretodo la idea implícita de fuelle, o de amortiguación de movimiento. Me gustaría verlos como recursos aplicables en el diseño de arquitectura.
Por el momento, luego de un diseño de oficinas, trabajo en un proyecto de vivienda, que me ha tenido concentrado, y de varias obras particulares. Espero así ver un tipo de aplicación de estos recursos.