Vladimir Brontis: 9/28/14 - 10/5/14

Saturday, October 04, 2014

Mostrar y representar


El emplazamiento en la Acrópolis no es ortogonal, los edificios se muestran en perspectivas. En esa disposición clásica los edificios se encuentran en ángulo, en torno a un punto estudiado: la vista que debe tener el peregrino. En el Patio Peristilar del Ágora de Atenas, por ejemplo, al trazar líneas visuales desde puntos estratégicos, como desde un vértice (en el esquema), es posible comprobar cómo al trazar un arco, la mayoría de los edificios equidistan.


Luego la ubicación de un edificio no es casual, sino determinada por una serie de consideraciones, vinculadas a su apreciación natural, que en último término refiere la expresión de lo sagrado, de lugares religiosos. Los estudios que se han hecho, llegan a constantes entre santuario y entorno: observación de las condiciones naturales, y el sentido de lo que se quiere representar. Un recorrido.
Así el templo, que nace producto de idealizaciones matemáticas, de lo abstracto, se concretiza al encontrar su lugar en la naturaleza. En medio del paisaje se hace medible, adquiriendo proporciones que lo singularizan.

Más información:
Relaciones visuales en el Ágora de Atenas
http://doyoucity.com/proyectos/entrada/3446
El paisaje de los dioses: los santuarios griegos de la época clásica y su entorno natural
http://www.scielo.cl/scielo.php?pid=S0718-71812011000100004&script=sci_arttext


http://www.jmhdezhdez.com/2011/07/acropolis-de-atenas-historia-mapa.html


La entrada en la Grecia Clásica: el propileo
Los propileos eran la entrada monumental del santuario, un edificio-puerta, un vestíbulo. Es de gran trascendencia para las perspectivas. Es la entrada al sistema propuesto, y punto de partida a la “Hierofanía”, o manifestación de lo sagrado.
http://es.wikipedia.org/wiki/Propileos_de_Atenas
Así el punto, contemporáneo, puede ser cómo construir o situar el propileo: el punto de comunicación con lo que deseamos mostrar. El propileo es nuestro punto de vista, el primer marco. Abajo, reconstrucción digital.


Mostrar y ocultar en el recorrido
Se representa mostrando algo. Representar es hacer presente algo con palabras, movimientos, formas. El conocimiento se comparte, va más allá de las fronteras, incluso de sí mismo. Mostrar es manifestar, hacer patente, poner a la vista algo. Enseñar o señalar, que se vea.
Lo que se representa es el modelo, no el sujeto. Es lo que se muestra, lo señalado: el mensaje.
¿Qué se muestra? ¿Qué se esconde?
Algo sublime es algo eminente. Se muestra un mito.

Mostrar todo: no es la obra del poeta
Si el poeta muestra todo, ¿sería poesía? ¿El propósito no es sublimar?
No se trata solo de representación de la acción, sino acción con sentido, provista de ethos. Eso es poética.
Sino serían mensajes técnicos. Crónicas, reportajes cotidianos.
Luego en la creatividad el sentido es que siempre hay que dar más, poéticamente. Hay que impeler.
Dar empuje, para producir movimiento.

Mostrar o hacer: encender la luz
“Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama”, según las enseñanzas de Jesucristo.
“Enciende una luz aunque nadie la vea. Dios la verá”, dice Jorge Luis Borges, el escritor.
Me llaman la atención las dos citas, y la alegre pretensión del segundo. Una percepción casi herética. Da para soñar.
En cierta medida las cosas son en cuanto nacen, no es contradictorio plantear eso. Es poner a Dios en un punto más alto, de la mayoría parcial, siempre relativa. Esa mayoría que a veces alienta al radical, y a veces lo mata. Lo mismo con Jesús, y el Domingo de Ramos.
En este lance lógico, y de la forma que está expuesto, digamos que es superior Jesucristo al poeta. Digamos que es un mayor rigor. Los otros son una medida de lo correcto.

Encender para otros
Marcos 4:21: "Y les decía: ¿Acaso se trae una lámpara para ponerla debajo de un almud o debajo de la cama? ¿No es para ponerla en el candelero?"
Lucas 8:16: "Nadie enciende una lámpara y la cubre con una vasija, o la pone debajo de una cama, sino que la pone sobre un candelero para que los que entren vean la luz".
Cuestión de fe, fe en que la luz se va a leer.


Figura superior: máscara de Agamenón.


El teatro griego: ansiedad teatral
El teatro clásico griego se manifiesta entre 550 a.C y 220 a.C. Al parecer, se origina en un espacio circular al aire libre (orchestra), en el que se ejecutaban danzas.
La “Catarsis” (del griego kátharsis, purificación) es una palabra descrita en la definición de “tragedia” en la Poética de Aristóteles como purificación emocional, corporal, mental, espiritual. A través de la experiencia de la compasión y el miedo (eleos y phobos), los espectadores de la tragedia experimentarían la purificación de esas pasiones.


La redención del orgullo desmedido
Según Aristóteles, la catarsis es la facultad de la tragedia de redimir (o "purificar") al espectador de sus propias bajas pasiones, encarnadas en personajes, permitiendo ver el castigo merecido e inevitable, pero sin experimentarlo. Al involucrarse en la historia, puede experimentar dichas pasiones, pero sin temor a sufrir sus efectos. Así, después de presenciar el teatro, se entenderá mejor a sí mismo, y no repetirá las decisiones que llevaron a los personajes a su fatídico destino.
En las tragedias clásicas, el motivo principal del infortunio es casi siempre la “hybris”, o el orgullo desmedido que hace a los mortales sentirse superiores a los dioses, o que no los necesitan, ni les deben honores. Dicha hybris es considerada como el más grave de los defectos, y la causa principal de los infortunios. De este modo la tragedia también alecciona al espectador, respecto a los valores de la religión clásica. La catarsis es, de esta forma, el medio por el cual los espectadores pueden evitar caer en la hybris. Orgullos extraños, que no son positivos.


Máscaras griegas y venecianas (arriba)


Hermetismo y transparencia
Hay que ser francos: del amor se habla poco, porque se manosea. Lo ajamos, lo destruimos. Pero es algo elevado. Lo mismo ocurre con la religión. Armando Uribe dice que hablar de poesía religiosa es “indecente”.
Decimos que es un círculo hermético, para protegerlo.
La poesía así tiene un hermetismo o contención. Una parte críptica, que evita ajar sobremanera las cosas, dejarlas a merced del clima. Deteriorarlas.
Las creencias fundamentadas, por otra parte, tienen profundos desarrollos. El comunismo científico, por ejemplo, tiene intrincaciones complejas, que lo hacen en cierta forma hermético, por el nivel de lógica. La religión tiene complejos estudios: sus temas no se acaban, y eso es parte de su fortaleza. Así con toda creencia fundamentada.
La transparencia, sin embargo, trae sencillez y grandeza. Aspiramos a ella.


El tema de qué se muestra y qué se oculta. Tres estrofas
Presento acá mi idea de prototipo. En la imagen superior se muestra su despliegue, como lámina.
Hacer nacer la rosa / ir más allá / de este amor… Trata así de la construcción de tres estrofas, un caligrama con dedicatoria a Vicente Huidobro. Pensando una secuencia o motivo que los una, la poesía es la que los entreteje, procurando el interés en el texto.
¿Qué se muestra, qué se oculta? El brutalismo, pasada su etapa, resulta hoy tal vez un poco inhumano. No nos gustaron las marcas del moldaje, gustan los revestimientos. La gente quiere revestimientos, quedan ocultas las marcas de moldaje.


Arte escénica: mostrar la historia, mostrar lo justo
La idea es estudiar cómo mostrar este texto, a través de la vista, o perspectiva adecuada. El adecuado punto de vista para la lectura, y cómo se presentaría el entorno. El soporte: una expresión de triángulos y trapecios, que procure ser contemporánea.

Quiero escribirte

1
Quiero escribirte
En la pluma transportar
A este papel y cada letra
Será un sueño tatuado

2
Hacer nacer la rosa
Ir más allá
De este amor

3
El próximo poema
No estará en papel,
Va a volar en el aire
Remolinos
en las copas

A Vicente Huidobro

Vladimir Brontis, 07-09-14

Como mostrar: el ángulo en el Ágora
Así como los edificios clásicos se muestran en perspectivas, producto de que la disposición no es ortogonal, pienso una obra hecha soporte para que se “lea” un poema, donde un tema importante es la aproximación. Así puede ser interesante llegar a pensarlo como "planta de emplazamiento".


Operar así desde un principio parecido a los edificios clásicos: estudiar en el emplazamiento la lectura de las estrofas escultóricas.
Plantear un juego similar a la escultura autónoma clásica, pero asociada a los edificios, asociada al contexto.
Veamos luego cómo va el tema de gestión y contexto, en los próximos posteos.