Vladimir Brontis: Flamear

Saturday, September 21, 2013

Flamear


Procurar ver la arquitectura con otros ejes, confundirla con la escultura. Una frase conocida de la UCV es “Fundar es confundirse con la tierra”. Y la idea puede estar implícita: impregnar lo artificial de la riqueza de esa multiplicidad. La tierra es libre, en cierta medida autónoma del lugar del ángulo recto, que Le Corbusier tanto busca en su poética. En el Poema del Angulo Recto es posible ver algo móvil, en ajuste, cuyo calce exacto podría ser casi una paradoja, o axioma misterioso, como la exactitud de la matemática.
Qué provechoso para un alumno escuchar estas ideas, como noción que se entiende a medias, asimilándose después. Siempre es un aporte, aunque los esfuerzos del momento tengan que ver con aprobar un corte, o estudio de sombra. Lo mismo para cualquier persona, en la vida diaria.
Este partido, también, puede llevar a asimilarse con el viento, con el agua. Los elementos naturales. Entrar a los materiales, entrar a la madera, como Pablo Neruda.


La Colina
Al ver la comprensión actual que se tiene de la geometría, y la complejidad a la que se llega, a veces parece que el terreno es lo artificial, y la casa es el contexto. O bien la casa es lo artificial y el terreno es el contexto, en una fusión. Es como la visión de una colina, como un todo, los unifica.

Prisma hierático y movimiento
Al necesitar construir, al necesitar algo estable, es posible sin embargo caer en rigidez: escasa movilidad. Comprender las estructuras, en este punto, puede ser para las personas como crema de mentol, gratificante: los ligamentos funcionan, la movilidad retorna. Las cosas se articulan, son más sutiles. Se viven, se encarnan.
Comprender el movimiento es comprender la belleza del baile. Los brazos se extienden, también se repliegan. Los dos son estados de la misma proporción, que está articulada, amortiguada, como canon o matriz flexible.
Así los origamis no solo son bellos terminados, son bellos a medio desplegar. Cuando uno comprende que el triángulo va a ser un ala se sorprende gratamente, y extenderla forma parte del juego…


Lo que tiene la arquitectura respecto de la escultura, es que cierra algunos ejes, y los transforma en planos, tal vez para hacerla más medible.


Las obras de Antoni Clavé (arriba) son muy interesantes, en la utilización de la textura, que de la mano trae luz y sombra. Y la sombra produce focos en el plano rugoso, lo tensiona. Luego hay equilibrio intuitivo, una búsqueda de encuentro de esfuerzos.


Columnas articuladas. Utilización de “fuelles”: aproximación al movimiento de las telas. La idea de llevar estas expresiones a la arquitectura (prototipos propios).


Llevando lo rígido y estático a expresiones de movimiento: arrastres y bisagras, desplazamiento de la materia.


A las cosas que flamean las tensa un mástil: es un principio de tensegridad. El viento que empuja es libertad, y el mástil es un grado de vínculo. La expresión de aquello nos dará el proyecto adecuado.


Si a las telas les ponemos algo de engrudo mental, y las lanzamos a los muros de la abstracción, puede ser un interesante desafío.


Flamear…


La imagen de algo que se derrama o que, partiendo de lo empotrado, se mezcla con el viento, se levanta. Así incorporar el eje vertical al plano, a la planta. Transitar a la expresión geométrica.

3 Comments:

Blogger javier said...

Bello el post Vladimir un saludo desde Viena. Javier

8:14 PM  
Blogger Vladimir Brontis said...

Gracias, que estés muy bien, saludos a Viena.

3:25 PM  
Anonymous Anonymous said...

Sí, hay un montón de maneras de ver la arquitectura. Yo ahora estoy en un grupo de arquitectura de whatsapp, la verdad que sirve mucho y te da contactos. No tengo móvil pero uso el thatsapc a través del ordenador.

3:24 AM  

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