Construcción de curvas y posibilidades de su apreciación

A propósito del tema de apreciación sensorial, y la referencia del cubismo, he tratado de levantar el proyecto en espiral, de forma perceptible. Al alzarlo en un primer momento, de manera esquemática, con ayuda de otro arquitecto, la curva se había levantado en 90°. Ahora, procurando incorporar sutileza, podría ser posible pensar la curva como talud, como parte del fundamento: la forma se ha trazado para que la persona pueda darse cuenta de ésta. Esa es su razón, así tal vez podría ser más sutil que la curva se incline: en lugar de ser centrífuga y repeler, dejando a la persona en situación tangencial, podría ser más asequible, procurando incluso que dieran ganas de tocarla.

Esto, a propósito del ejemplo en el último post: pensar un cuerpo que se levante girado. Como programa, en la parte central se proyecta una sala de reuniones / auditorio (aprovechando la forma del corte), y en los extremos salas de exposiciones y eventos.

Con respecto al interior de estos cuerpos, se piensan como “contenedores”: al trazar el interior de los volúmenes, se considera su aspecto como liviano dentro de lo tectónico (el programa son talleres, salas de clase, pañoles), con una fisonomía como la de la última imagen, presentando la siguiente geometría.

Sacando algunas conclusiones, gran parte de las etapas de tareas en un proyecto, podrían ser el esfuerzo de encuentro del trazado con la medida antropométrica, y la percepción.
Dentro de lo específico, en el primer ejemplo, el movimiento se genera a partir de un centro, sin embargo lo que tiene más desarrollo es la curva: es abierta, y no un polígono específico, por ésto, se la construye a través de referencias, y formas que la modulan. Actualmente lo que estudio son los ángulos de inclinación, girando un poco más los cuerpos, siempre de forma referible.